
El Times, citando a abogados familiares con el caso, reportó que Sosa es uno de los 104 peloteros que dieron positivo en el 2003.
Como parte de un acuerdo con el sindicato de jugadores de las Mayores, las pruebas de ese año fueron efectuadas para determinar si era necesario imponer exámenes de carácter obligatorio en las Grandes Ligas a partir del 2004.
El diario no identificó la droga a la que Sosa dio positivo.
Sosa es sexto en la lista de jonroneros de las Mayores, con 609 vuelacercas, la mayoría de ellos los logró con los Cachorros de Chicago. El toletero no ha jugado en las Grandes Ligas desde el 2007, cuando estuvo con los Rangers de Texas.
Adam Katz, agente de Sosa, dijo a The Associated Press que no podía emitir comentarios al reporte.
El portavoz de la oficina del comisionado, Rich Levin, tampoco quiso comentar, indicando que las Grandes Ligas no tienen una copia de los resultados de las pruebas.
Otras grandes estrellas, incluyendo el rey de los jonrones, Barry Bonds, Roger Clemens y Mark McGwire, han sido vinculados la escándalo de los esteroides en el deporte.
Rafael Palmeiro dio positivo a una substancia prohibida, y José Canseco admitió que las usó.
En el 2005, Sosa testificó ante el Congreso y negó que hubiera usado esteroides, diciendo: “Para estar claros, yo nunca he tomado ningúna droga para mejorar el rendimiento”.
Bonds enfrenta cargos federales y Clemens está siendo investigado por un gran jurado federal para determinar si mintió cuando dijo al Congreso que nunca usó esteroides o la hormona de crecimiento humano (HGH).
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