
Si analizamos los reportes estadísticos, observaremos que el índice de aborto en el siglo pasado fue enorme, pues el informe de la Organización Mundial de la Salud detalla que hubo varios millones de aborto, situación que nos preocupa y nos mueve a realizar el presente análisis, en virtud de que en la Asamblea Nacional se está tratando sobre la penalización o despenalización de dicho acto.
Observemos que en el libro de Santiago (2:13) nos expresa: Juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia, así pues que el hombre temeroso de Dios debe tener presente que nosotros no somos dueños de nada, Dios es quien es dueño de todo. En todo ser humano habita un espíritu dado por Dios, en forma individual (Número 16:22,27:16).
Este espíritu fue formado por el creador en la parte interior de la naturaleza del hombre desde el embrión y es capaz de renovación y desarrollo (Salmo 51:10).el espíritu es centro y fuente de la vida del hombre. El alma es dueña de esta vida y la usa.
En el principio, Dios como ser perfecto también creó las normas y mandatos para que el hombre viviera en sociedad los unos con los otros, por tanto estableció a través de Moisés los mandamientos. El sexto mandamiento establece claro y preciso: “No matarás”. Cuando se interrumpe el desarrollo del feto o más bien se realiza un aborto, se está cometiendo un pecado y se violan los principios divinos.
Todo hombre temeroso de Dios rechaza el aborto porque quién es el hombre para quitar lo que sólo es dado por el Sumo creador. Consideramos que bíblicamente el aborto está más que condenado, a no ser que la vida no totalmente desarrollada del bebe constituya una amenaza de muerte para la vida plenamente desarrollada de la madre.
En estos casos el asambleísta debe buscar y poner su acápite de excepción, donde real y efectivamente esté certificado y comprobado por tres facultativos de la medicina que de proseguir el proceso de gestación (embarazo) la vida de la madre estará en peligro de muerte.
Sólo así sería justificado dicho acto. Así pues que les exhortamos a nuestros dignos representantes legislativos, constituidos en Asamblea Nacional para la reforma constitucional que recuerden que una aprobación alegre condenaría a la muerte muchas vidas en proceso de desarrollo y que el rechazo radical significa condenar la madre a la muerte en los casos de que ambas vidas no puedan cohabitar.
Deben tener muy presente al momento de votar que en 2 Corintios (5:10) Dios dice todos nosotros compareceremos ante el tribunal de Cristo. Para que cada quien reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo en su paso terrenal.
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