
En la lujosa fiesta, que se celebró este sábado en un hotel de la localidad malagueña de Estepona, también estaba la mujer del artista, Miranda, quien siguió la actuación junto al presidente del grupo turístico Globalia, Juan José Hidalgo.
El menú de la velada: Foie gras marinado al néctar de melón con corazón de chocolate y caviar beluga imperial; Rosas de rodaballo sobre fondo cítrico de noche de verano; Solomillo de buey de kobe con trufa negra sobre mousseline de chirivía con salsa de barolo; y de postre, el Sombrero del caballero con rubís de frambuesas y salsa de chocolate blanco. Y todo regado con abundante champán Dom Perignon.
"No es cuestión de precio, todos pagan lo mismo", explicó a Efe el director de ventas del hotel, Christof Leibenger, quien precisó que unas 100 personas se quedaron fuera porque el aforo era limitado.
El cantante se dirigió al público en inglés y en español en la hora y media larga que duró el concierto, que arrancó con su Quijote y cerró con su Me va, me va, me va, me va, me va... Algunos de los asistentes se alojaron en el hotel que acogió el espectáculo y que no tiene habitaciones normales, sólo "suites" de hasta tres dormitorios.
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